Hay días que marcan el pulso de una vida, momentos donde todo se detiene y las emociones lo inundan todo. Me fascina sumergirme en ese toberllino, dejándome llevar por la belleza de lo que realmente importa: la locura compartida de creer en algo tan grande como el amor.
No busco lo perfecto, busco lo verdadero, porque al final eso es lo único que queda.
Cada pequeño detalle contiene un mundo entero, y la forma en que se cuenta esa historia honra lo que sois, da significado a lo vivido.
A fin de cuentas, lo que da sentido a todo es el por qué, y la respuesta siempre es el amor, tan intensamente bello y real.